La acelga es una de las verduras más versátiles, con la que se pueden elaborar miles de preparaciones. Crudas se pueden agregar a ensaladas, cocidas pueden ser parte de cremas y sus tallos pueden ser el relleno de de algún tipo de masa, sin mencionar los múltiples beneficios que su consumo supone para la salud. Pero los expertos afirman que existen maneras más indicadas de preparar este vegetal y que no pierda sus propiedades. 

Delicioso batido proteico para el desayuno que ayuda adelgazar: ¿cómo prepararlo?

Esta verdura de hojas verdes posee muchas vitaminas y una cantidad de minerales excepcional. Según indican del medio especializado Cuerpomente, 200 g de acelgas (una ración normal) aportan 38 calorías y, sin embargo, cubren el 27% de las necesidades diarias de potasio, el 30% de calcio, la mitad del hierro, casi la mitad del magnesio, el 100% de la vitamina C, el 25% de la vitamina E y el 65% de la vitamina A en forma de betacaroteno.

Si dudabas de incoporarla en tus platos, quizás ahora estés convencido de que es una gran incorporación para el menú semanal. Pero si querés utilizarla aprovechando sus beneficios, los especialistas del sitio mencionado recomiendan seguir un modo específico de preparación. 

La manera indicada de cocer las acelgas

Una forma sencilla de preparar las acelgas es echándolas en una cazuela con abundante agua hirviendo, salar y dejar unos pocos minutos hasta que estén hechas. Las hojas de acelga se cocinan muy rápido, según lo tiernas que estén, pero las pencas necesitarán más tiempo. Un consejo es cortar las pencas más menudas o echarlas antes a la cazuela y, cuando ya estén tiernas, añadir las hojas.

Las variedades de acelga coloreadas conservan mejor sus pigmentos si se cocinan aparte del resto de ingredientes y se mezclan, en el último momento, una vez cocidas. Podemos cocerlas con el agua que les queda después de lavarlas, sobre todo si vamos a preparar grandes cantidades. Así no perderán tanto color y, además, aprovecharemos mejor su sabor, ya que no se escapará con el agua de cocción. Para ello es necesario cocinarlas en una cazuela de fondo grueso, a fuego lento y con una tapadera que cierre bien, para que no se vayan los vapores.

Trucos y procedimientos a tener en cuenta

También hay que ser cuidadosos a la hora de echar la sal, pues al concentrarse el sabor se necesitará mucha menos cantidad que al hervirlas. Un chorro de aceite de oliva va muy bien con este método.

Unas gotas de vinagre de manzana o de limón ayudan mucho a equilibrar el sabor ligeramente terroso de algunas acelgas. Los condimentos más utilizados para vestir un plato de acelgas son nuez moscada recién rallada, ajedrea, pimienta, cebollino, limoncillo y hierbas mediterráneas como orégano y romero. También les puede dar un toque oriental con jengibre o curry.